Escocia implementa estrictas medidas de seguridad para viaje de Trump que mezcla diplomacia y golf
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llega este viernes a Escocia, en una visita que combinará la diplomacia con su gran afición, el golf, y que estará marcada por un enorme dispositivo de seguridad y por varias protestas previstas.
El magnate republicano tiene previsto pasar su estadía entre dos campos de golf situados junto al mar, propiedad de su familia, en Turnberry y Aberdeen.
La llegada de Trump a Escocia está prevista para las 20H20 (19H20 GMT) del viernes. Según la Casa Blanca, no tiene eventos públicos programados este fin de semana.
La policía escocesa anunció una operación de seguridad importante ante las protestas convocadas en Edimburgo y Aberdeen, y cerca de sus campos de golf.
Trump tiene previsto alejarse en algún momento los campos de golf para reunirse con el primer ministro británico, Kein Starmer, pero todavía no hay detalles sobre el encuentro.
El dirigente laborista, que no tiene fama de ser un apasionado por el golf, está más interesado en abordar otros temas, como la política comercial.
Estados Unidos y Reino Unido anunciaron un acuerdo comercial en mayo, pero Londres está preocupado por la intención declarada de Trump de "refinarlo".
Starmer intentará reforzar la buena relación que tiene con el imprevisible mandatario republicano, con la que ha logrado evitar los exorbitantes aranceles que impuso a otros países.
La guerra en Gaza también se perfila como un tema de la agenda, en un momento en que crece la indignación por la crisis humanitaria derivada del conflicto entre Israel y Hamás, y Starmer está bajo presión después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara el jueves que reconocerá al Estado palestino.
Trump, de 79 años, tiene previsto regresar a Reino Unido en septiembre para una segunda visita de Estado —la primera fue en 2019— por invitación del rey Carlos III, que promete ser ostentosa.
- Descontento -
Este viaje a Escocia pone también una distancia física entre Trump y los últimos giros del polémico caso Jeffrey Epstein, un acaudalado financiero hallado muerto en su celda en 2019 antes de su juicio por delitos sexuales.
En su apogeo, Epstein fue amigo de Trump y otros miembros de la élite de Nueva York, pero el presidente enfrenta ahora una reacción negativa de sus bases, que rechazan la teoría del suicidio avalada por la justicia y exigen el acceso a los archivos del expediente.
Muchos de sus seguidores defienden una teoría conspirativa, según la cual, la muerte de Epstein fue incitada desde el "Estado profundo" para proteger a figuras prominentes de todos los sectores, sobre todo del Partido Demócrata y de Hollywood, que estaban vinculadas con la red sexual.
Aunque en el pasado el propio Trump dio alas a estas especulaciones, ahora pide a sus seguidores pasar página y dejar atrás el caso.
El diario The Wall Street Journal, que publicó un artículo que detalla los vínculos de larga data entre Trump y el delincuente sexual, fue excluido por la Casa Blanca de la cobertura del viaje a Escocia y demandado por Trump ante la justicia.
- Protestas -
El ministro principal de Escocia, John Swinney, afirmó que este territorio "comparte una fuerte amistad con Estados Unidos que se remonta a siglos".
Swinney anunció que se reunirá con Trump y que el viaje del presidente estadounidense es una oportunidad para que Escocia "haga oír su voz sobre cuestiones importantes, como la guerra y la paz, la justicia y la democracia".
Durante una visita previa en 2023, Trump afirmó que se siente como en casa en Escocia, donde su madre Mary Anne MacLeod creció antes de emigrar a Estados Unidos a los 18 años.
Esta declaración de afecto no impedirá el desarrollo de protestas este sábado en rechazo a su visita en Edimburgo y Aberdeen.
Residentes, ambientalistas y funcionarios electos también han expresado su descontento por la construcción de un campo de golf por parte de los hijos de Trump en Balmedie, un pueblo al norte de Aberdeen.
Se trata tan solo de uno de los múltiples proyectos de la sociedad de cartera familiar a través del mundo, de la que Trump ya no tiene el control legal.
Sin embargo, sus opositores acusan al magnate de conflictos de interés y de usar su posición de influencia como presidente de Estados Unidos para promover inversiones privadas de su familia, especialmente en el extranjero.
La ONG estadounidense Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington (CREW) denunció en mayo que ya había 21 proyectos internacionales de desarrollo del grupo Trump desde el inicio de su segundo mandato.
N.Becker--VZ