 
                 
                Manizha Bakhtari desafía a los talibanes desde su embajada en Viena
Los talibanes quieren que se vaya, pero Manizha Bakhtari ha logrado desafiar a los dirigentes de Kabul desde hace más de cuatro años, manteniéndose como embajadora de Afganistán en Austria.
Desde que regresaron al poder en agosto de 2021, los talibanes han intentado obtener la salida de esta mujer de 53 años, nombrada siete meses antes por el anterior gobierno afgano.
Como otros embajadores, recibió una carta de los talibanes que la relevaba de sus funciones diplomáticas, pero la ignoró.
"Para mí no es más que un trozo de papel", dijo Bakhtari a la AFP en una entrevista.
"No reconozco a los talibanes como el gobierno legítimo de Afganistán, y ellos no son reconocidos aquí en Austria", agregó.
Austria se ha negado a acreditar diplomáticos nombrados por los talibanes, pese a que el gobierno austriaco ha conversado recientemente con las autoridades talibanas.
"La señora Bakhtari sigue acreditada como embajadora de Afganistán y representante permanente ante las organizaciones internacionales en Austria", confirmó el jueves a la AFP un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores austriaco.
También sigue ofreciendo algunos servicios consulares, como la renovación de pasaportes, pero tuvo que abandonar los elegantes locales del centro de Viena y trasladarse a un edificio más periférico, con la ayuda de la diáspora afgana.
Su trayectoria es el tema de un documental austríaco que actualmente se exhibe en los cines del país.
La película la ha convertido en blanco de mensajes de odio y amenazas de muerte que llegan a inundar sus redes sociales.
- "Borradas de la sociedad" -
"Me llaman 'prostituta, mujer sucia, fea, que no lleva burka y vive según los valores occidentales, pero no me importa", aseguró.
Lo que le importa es ayudar a las mujeres y niñas afganas, a quienes los talibanes han "borrado deliberadamente de la sociedad".
A pesar de sus promesas de no restablecer las medidas represivas vigentes durante su primer régimen en los años 1990, los talibanes "han impuesto políticas aún más restrictivas, especialmente contra las mujeres, pero también contra los hombres, la libertad de expresión y los medios de comunicación", denuncia la exjefa de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores de Afganistán entre 2007 y 2009 y exembajadora en los países nórdicos.
Las autoridades talibanas, que afirman que los derechos de las mujeres están protegidos por la ley islámica, han instaurado lo que la ONU ha calificado como "apartheid de género", al excluir a las mujeres de la educación más allá de los doce años y de la mayoría de los empleos o servicios públicos.
Para esquivar esas prohibiciones, Bakhtari lanzó el programa "Daughters" (Hijas), que permite a niñas afganas estudiar en escuelas clandestinas o en internet, gracias al apoyo financiero y humano de numerosos voluntarios.
Bakhtari, cuyo padre es el poeta Wasef Bakhtari, estima que los talibanes intentan imponer su política hacia las mujeres más allá de las fronteras afganas.
Así, durante un reciente viaje a India, el ministro de Relaciones Exteriores, Amir Khan Muttaqi, prohibió a las periodistas mujeres asistir a su conferencia de prensa, aunque finalmente se vio obligado a reprogramar una segunda debido al revuelo generado.
"Vendieron al mundo la narrativa de que son una generación nueva de talibanes, pero eso no es así. Y cuando salen al extranjero, intentan imponer su política de no aceptar mujeres", dijo Bakhtari, que estudió periodismo y literatura persa y enseñó en la universidad de Kabul.
- Diálogo pacífico -
Con cada nueva medida, los talibanes ponen a prueba "hasta dónde pueden llegar", señaló Bakhtari.
En septiembre, cortaron temporalmente el acceso a internet hasta que "se dieron cuenta de que ellos mismos no podían hacer nada, incluso los vuelos fueron cancelados".
Recientemente presentes en Viena en una reunión en el Ministerio del Interior de Austria para hablar sobre las expulsiones de afganos, los responsables talibanes no intentaron reunirse con ella, lamenta Bakhtari, quien asegura estar abierta a un diálogo pacífico.
"Los talibanes no quieren hablar conmigo ni quieren visitarme. Soy mujer, sabes".
Consultada por la AFP, la diplomacia talibana no hizo comentarios por el momento.
F.Roth--VZ
 
                                 
                                 
                                